A la gente buena le pasan cosas buenas.

Hoy leí por ahí que a la gente buena le suceden cosas buenas, mi primer impulso fue decir MENTIRA,  a la gente buena, se les miente, se le engaña, se le abusa, se le utiliza, se le ridiculiza se le discrimina y se le excluye, por “tonta” y finalmente se les desprecia. Pero contrariamente a eso que creo pensar, siempre le he enseñado  a mi hijo a ser buena persona,  y es que además yo me considero una buena persona; jamás le he robado nada a nadie, no he estafado a nadie, no miento con facilidad, la verdad mentirillas blancas de esas que no dañan, como decir que estoy bien, cuando muero de pena, o decir que no necesito nada cuando no tengo ni un peso en mi cartera, o decirle a mi hijo, todo saldrá bien, cuando temo lo contrario.

Tampoco discriminado a nadie y soy honesta en mi trabajo, rezo todo los días, incluso por los que me han hecho daño, no guardo rencor y a menudo perdono más de lo que debiera, no ambiciono grandes cosas, soy estúpidamente fiel y me esmero por ser buena madre, sonrío a menudo, aunque mi corazón llore, en fin demasiados argumentos como para considerarme “buena persona”. Y bueno en respuesta a eso que he obtenido, no me podrán decir que me han pasado muchas cosas buenas ¿no?

Ahora que lo pienso mejor, hay una cosa buena que me ha pasado y lo compensa todo, “mi hijo me mira con orgullo y admiración”…. Y yo lo puedo mirar de frente, sin avergonzarme, ya estoy pagada.

"La historia del cacique"

Ahí voy de nuevo mi nuevo proyecto, el libro que soñé  escribir y que temí escribir, la historia de mi padre, ya es un hecho, bueno como siempre me pasa, aún no termino mi libro de cuentos, ni la historia de un hombre y su hija que debo escribir por encargo de un querido amigo para que su hija lo conozca, porque han estado separados en continentes distintos desde  los pocos días de nacer, ambas cosa debo terminar, no obstante hoy solo tengo cabeza y corazón  para este nuevo sueño, es que es una deuda de amor que debo concretar este año, el libro de mi padre el sueño que guardé desde niña, desde la publicación de mi primer libro ahí voy, escribiendo con una ansiedad desbordante, se me atropellan, las palabras, las ideas, los sentimientos, no quiero parar de escribir, en fin espero el libro sea digno del tremendo personaje.

Tú pierdes más que yo.

Ayer me contaron una triste historia, con ello pude comprobar lo que yo ya sabía, el amor no es relativo, no lo es, tampoco el cariño y la amistad; no queremos a las personas en una situación u otra, la queremos siempre apesar de las  situación en la que se encuentre o nos encontremos, realmente el cariño no puede depender de lo que necesitemos, ese no es cariño verdadero.

Mientras escuchaba el relato, de abandono de una persona que lo había entregado todo y que sentia que de un brochaso la habían eliminado, no pude dejar de pensar en las veces que he sentido que alguien me ha eliminado porque ya no soy útil... que cruel el comentario pero es así, aquellas personas no saben en realidad lo que pierden, en realidad son los perdedores, porque uno llora el amor o el cariño, que el tiempo va curando las heridas eso es innegable, un día estamos recuperados, pero la imagen indigna de aquella persona eso queda para siempre... pobres seres que se atreven a olvidar así nada más lo que la vida le ha dado sin merecer. Y dios bendiga aquellos que a pesar de las malas experiencias, no pierden la sensibilidad y estan preparados para enfrentar la vida con la frente en alto y con cariño para entregar.
Bueno despues de todo tenemos que abrir los ojos del alma y del entendimiento y fijarnos bien de que tipo de personas nos rodeamos.