Hay personas, que para mi pena he llegado a conocer, que son capaces de destruir a otros que le han entregado amor, cuidado y lealtad; yo no creo en la maldad, o más bien me resisto a creer que alguien se predisponga a dañar, pero entonces que es lo que impulsa a actuar de esta manera.
Puede ser que exista tal nivel de inconsciencia que no se adquiera la capacidad para darse cuenta cuándo actúan mal, cuándo a través de los medios de comunicación, de personas que actúan de mala manera, que traicionan que pasan por encima de los sentimientos de otros, rápidamente le llamamos inmoral o amoral o simplemente malvado, pero cuando el que traiciona el que olvida, es un ser querido o importante en nuestras vidas tendemos a justificar, que la influencia, que las juntas, que quizás no quiso hacerlo que algo pasó por su cabeza.
Ciertamente cada traición y abandono nos va debilitando, y va desequilibrando nuestra seguridad, atenta contra autoestima, pero una y otra vez quienes causan tal desequilibrio vuelven a entrar en nuestra historia y engrosamos la listas de víctimas de estos seres que van destruyendo a su paso , y aunque creemos que la experiencia anterior nos hace estar más atento y preparado para los embates, de lo que sabemos con certeza nos volverán a ser víctima, volvemos a sentir la misma sensación de desilusión.
Me preguntó yo, quiénes son los inconscientes, aquellos seres egoístas o destructivos o aquellos que están del otro lado, las victimas pusilánimes que entramos en este juego de entrega absoluta y de traición y deslealtad.
1 comentario:
Alguna semeganza con la realidad es absolutamente intencional!!!
Publicar un comentario