Como hacer cuando el síndrome de lobo estepario cae sobre nosotros haciéndose el sumum final de nuestro objetivo, el cual está plagado de carencias.
Y las ganas de llorar son tantas que terminan por lograr la incapacidad de llanto, y el ahogo se presenta como un airbag inflable que se expande dentro del pecho.
Todo ha salido como quisimos, y cuando damos media vuelta, nada a dado resultado. Cómo el exito, solo es un pasajero virtual y mentiroso de nuestra cotidianeidad.
Que hacer con este grito tapado por una garganta inalterable, cuando todo lo que decimos, por más que decir todo nunca alcanza.
¿Gritar solucionaría las cosas? ¿Llorar solucionaría las cosas? Acaso no quiere decir esto que no queremos estar tan cerca de nuestra muerte simbólica. y ésta, termina siendo nuestra consecuencia real.
Ese torbellino rojo que nace de nuestra circunferencia existencial y nos absorbe sin dejar ni siquiera lugar a un escape nunca posible.
Adios, adios... pero nunca nada se va.
Hoy nunca nada se va, y cuando se va, en realidad nunca se fue, adios dos veces, otra vez...
Brexxy
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