Nunca había tenido un vestido tan lindo…
Hace ya un poco de años atrás, bueno un poco hartos años, había empezado
mis estudios universitarios, en otra ciudad, nunca fue fácil separarme de mi
Iqq, de mi madre, de papá, de mi gente, de mi casa donde susurra el mar a
través de las paredes, no nunca fue, ni ha sido fácil, hasta hoy, siempre me
gustó pensar que hay un lugar, físico y emocional para mi en aquella hermosa
casa.
Así con sentimientos encontrados llegué a esta ciudad a cumplir el sueño
de estudiar lo que yo quería, solo lo pude hacer porque estaban ustedes, mi
hermano, tú y obvio tu “criatura”. Recuerdo que por esta fecha se venía la
fiesta mechona y yo cómo antes, como ahora, como siempre, no sabía que ponerme
para asistir … y si mejor no voy pensaba, total nunca he sido buena para ir a
fiestas, soy la fome de la familia jijiji, con ese pensamiento me fui a acostar,
la lectura de los tres tomos de Los húsares trágicos me esperaban, nunca le he
preguntado a mi hermano de donde salieron esos libros que devoré en menos de
una semana, ya muy entrada la noche, muy pero muy entrada la noche,
considerando que a ti te daba sueño temprano jijiji siempre. Bueno sentí en
aquella madrugada el motor de tu máquina y las tijeras moviéndose con prisa, y
al oto día, al levantarme antes de decir buenos días, ¡¡¡apenas me viste salir
del dormitorio alzaste en tus manos tu hermosa obra con tu sonrisa traviesa me
dijiste ta tan!!!… un vestido en vibrante color rojo, hecho con un pedazo de
tela que guardabas no se desde cuando, ni con que propósito, pero ahí estaba
convertido en un vestido en mi vestido, con unas aplicaciones de cuerina negra,
que tampoco sé de dónde rescataste … maravillosooooo nunca volveré a lucir tan
bella, vestida de amor.
Tengo la certeza que en el cielo puedes leer este homenaje, te amo